¿Sabías que…?

¡Muy buenas!

Hoy os vamos a contar algunas curiosidades que quizás no sepáis acerca de la evolución histórica del calzado. Creemos que os va a resultar, cuanto menos, interesante.

Todos somos conscientes de que el calzado, es un elemento imprescindible en la actualidad, pero ya comenzó a serlo hace miles de años. El hombre prehistórico lo inventó sin saberlo, ya que tuvo la necesidad de proteger sus pies del frío y del hielo y se le ocurrió la idea de envolverlos con un trozo de piel de animal y amarrarlos con un cordel. Así nacieron los primeros zapatos. 

Desde entonces, el calzado se ha convertido en un elemento de nuestra vida cotidiana y también en un reflejo de la cultura.

Los egipcios, utilizaban una especie de alpargatas confeccionadas con palma o corteza de papiro. Los griegos, llevaban simples suelas atadas con cintas y correas, llamados coturnos. Los romanos además de adaptar estos coturnos y tener gran variedad de calzado, evolucionaron en el sector. Fueron los maestros romanos del calzado, los que utilizaron granos de cebada para calcular las medidas de las sandalias de la época, método que perduró y se extendió por todo el mundo durante muchos siglos después.

El calzado fue evolucionando e incluso se fue poniendo de moda, es más, en muchos casos reflejaba el estatus social del que lo llevaba.

En la Edad Media se iría imponiendo la moda de los zapatos terminados en punta, quizás por la influencia oriental a través de las Cruzadas, por no decir que los modelos con la punta retorcida, reflejaban clase social elevada.

Los primeros zapatos usados en la Europa Moderna, se vieron por primera vez en la Corte Francesa, entre los siglos XIII y XV. Eran tan sencillos como incómodos. Las plantillas, se hacían con corcho, cuero y piel y para sujetar la plantilla al pie se empleaban clavos y metales, vamos, confort total.

El Renacimiento traería la moda de llevar zapatos excesivamente anchos y en el Barroco abundarían los bordados, las sedas, el terciopelo, o los bucles, y sobre todo, mucha decoración que normalmente resultaba de lo más exagerada.

Actualmente, cuando pensamos en tacones, pensamos en las mujeres como sus usuarias, pero no fueron ellas las primeras en utilizarlos. Sucedió en Persia, en el siglo X, cuando los jinetes necesitaban un zapato que se adhiriera mejor a los estribos de los caballos, De esta manera, nacieron los tacos, hoy conocidos como tacones. Fue desde allí, desde donde en el siglo XVII, se introdujo esa moda en Europa. El uso de los tacones entre los hombres se volvió tan famoso, que en la Francia de Luis XIV en 1670, se decretó que sólo la nobleza podía utilizarlos, pues era símbolo de poder, privilegio y masculinidad.

El origen de las plataformas, también es muy curioso. Sabemos que en la Edad Media las ciudades no tenían sistema de alcantarillado, drenaje de aguas o de recogida de basuras y las calles estaban realmente sucias. Ahí surgió la idea de las plataformas, como sistema para proteger los pies de toda esa  suciedad.

En la Venecia del siglo XIV estos zapatos se llamaban chopines o chapines y se convirtieron en un objeto de deseo. Su plataforma, incluso llegaba a tener 70 cm y era de madera. Muy cómodos no eran y sólamente las clases más altas podían usarlos, de hecho, se convirtieron rápidamente en un símbolo de lujo y riqueza.

Con la Revolución Industrial, apareció la numeración en el calzado y se empezó  a fabricar en serie. Inventores y artesanos de Reino Unido y Norteamérica, construyen modernas máquinas de coser. Mientras que trabajando a mano un operario podía producir 50 zapatos al día, con la máquina automática podían llegar a fabricarse hasta 700 pares. Estas máquinas permitieron reducir a la mitad el precio de los zapatos en América del Norte.

En España, en el siglo XIX, se crea el primer foco industrial de calzado “made in Spain”. Concretamente en la zona de Medio Vinalopó en la Comunidad Valenciana. A finales de siglo existía una industria bastante consolidada y mecanizada con fábricas que llegaban a superar los 1.000 trabajadores.

Y sería en ese mismo siglo, cuando hubo un zapato para cada pie, ya que hasta entonces ambos eran iguales y no había un zapato izquierdo ni otro derecho.

Además, fue cuando se empezó a experimentar con nuevos materiales, como la goma para las suelas. En el año 1971 fue cuando se vendieron las primeras zapatillas de goma, ¿qué os parece?.

Así que como véis, la historia del zapato, ha estado formada por momentos muy dispares, en algunos primaba la practicidad y otros eran incluso absurdos.

La tendencia actual ha sido volver a lo práctico, ya que la finalidad principal del calzado es proporcionar comodidad y confort a la persona, y si son bonitos y actuales como los que puedes encontrar en D´Molly Shoes, pues mucho mejor.

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