Calzado desinfectado de la COVID-19

¡Muy buenos días!,

otro Jueves más nos vemos por aquí, y ya quedan pocos días para que acabe el horario de verano…pero bueno, no nos precipitemos que todavía falta para eso y hay que disfrutar lo que queda, que seguro que son muchas cosas buenas.

Esta semana vamos a hablar sobre los quebraderos de cabeza que nos ha dado en esta pandemia la desinfección del calzado.

Desde que el virus SARS-CoV-2 llegó a nuestras vidas, las palabras higiene y desinfección nos han acompañado en todo momento. Y es que protegemos las manos y la cara, con el lavado de manos, el gel desinfectante y la mascarilla, pero a menudo pasamos por alto otro posible punto crítico que son los pies y con ellos los zapatos.

Guantes, pantallas para la cara, desinfectantes para superficies, máquinas de ozono para distintos ambientes, felpudos destinados a reducir la propagación del coronavirus a la entrada de muchos edificios, etc. Sin duda, te habrás encontrado con alguno de estos felpudos desinfectantes a la entrada de muchos edificios y locales.

Sencillamente son una goma sintética sobre la que se pone un desinfectante que suele ser mezcla de agua con hipoclorito de Sodio. A veces, a su lado, nos encontramos otro que simplemente es para secar la suela.

Sin embargo, si nos pusiésemos realmente estrictos, para que haya desinfección de la suela, en el caso de que estuviera infectada, no sería suficiente con pasar por encima y ya está, si no que tienen que cumplirse varias condiciones, como estar un determinado tiempo en contacto con el desinfectante en cuestión, ver el tipo de desinfectante que se usa, el uso que se haga del felpudo, o la periodicidad con la que se renueve el desinfectante.

Aunque estudios de hace años ya advertían que más del 90% de los zapatos contienen en sus suelas altos niveles de microbios que acarrean enfermedades, con la pandemia llegaba la recomendación de las autoridades sanitarias de quitárnoslos al llegar a casa.

Es más, al principio, los expertos indicaban que era necesario desinfectarlos a conciencia y ubicarlos en un lugar aislado de la casa, sin embargo, ahora aseguran que todo esto no es necesario y no lo ven como una práctica razonable.

Tampoco hay que volvernos locos, sí que es verdad que los zapatos han pisado el suelo y que en el suelo puede haber Coronavirus, pero se considera más adecuado dejar el calzado fuera de casa que desinfectarlo, debido a que corremos más riesgos manipulándolos para limpiarlos que dejándolos a la entrada hasta que volvamos a salir.

Conocemos de sobra los canales por los que entra la enfermedad al cuerpo humano y por ello resulta determinante cumplir especialmente con una de las 3 medidas de bioseguridad establecidas, que es la higiene de manos. 

¡Así que sigamos con frecuentes lavados de manos para tener a raya al virus, ya que eso por lo menos ya nos ha quedado claro!.